Pierde peso sin efecto rebote
Cada año, miles de personas se proponen perder peso. Sin embargo, la incidencia de sobrepeso continúa siendo elevada. Y opino que las razones no se encuentran en la falta de voluntad o empeño para perder peso. Más bien al contrario. ¿Cómo es posible que cada vez haya más métodos, supuestamente infalibles, para perder peso y que la incidencia de sobrepeso sea alta?
Hay muchas personas que están dispuestas a seguir cualquier tipo de dieta, incluso poniendo en riesgo su salud. Confían plenamente en promesas imposibles, con métodos que pueden traer más problemas que beneficios.
Una dieta que prohíbe muchos grupos de alimentos, difícilmente puede aportar todos los nutrientes que necesita el organismo para su correcto funcionamiento. No pongas en peligro tu salud. Recuerda que la alimentación tiene que ser variada, equilibrada, y en cantidad suficiente.
Además de las dietas extrañas que surgen cada cierto tiempo, también proliferan las actividades y programas de entrenamiento que, de forma rápida y sin esfuerzo, aseguran cambiar tu cuerpo como si fueras otra persona. Ningún cambio físico se logra sin esfuerzo y en unas pocas semanas de entrenamiento.
Tampoco hay que irse al otro extremo. No es necesario entrenar duro para perder peso de forma saludable. En algunos casos, hay quien se impone programas de entrenamiento muy duros, difíciles de mantener durante un tiempo prolongado. Piensan que el objetivo bien merece la pena, que el sufrimiento tendrá su recompensa. Afortunadamente, la ciencia aporta métodos eficaces para reducir el exceso de grasa corporal, sin poner en riesgo la salud. Incluso mejorando otros aspectos, como el funcionamiento del sistema cardiovascular.
Antes de continuar, conviene aclarar que no hay que confundir la pérdida de peso necesaria por cuestiones de salud, con aquella orientada alcanzar un “ideal” de belleza producto del retoque fotográfico.
Así que antes de ponerte en marcha, asegúrate que necesitas perder peso de verdad, no vaya a ser que te hayas obsesionado con un canon de belleza inventado.
Recuerda que, continuamente estamos expuestos a imágenes de cuerpos artificiales, que se asocian a todo tipo de productos, con tal de aumentar sus ventas.
Además, ten en cuenta que, si la dieta que te impones es tan estricta que te produce sentimiento de culpa o de fracaso, cuando no la sigues por cualquier razón, es que algo no funciona bien. Si generas un nivel alto de estrés por la propia auto exigencia, resulta complicado perder peso.
Los programas muy rigurosos, sin la supervisión de un profesional, que respeta nuestros gustos y preferencias, y analiza nuestras necesidades, pueden generar desequilibrios importantes en nuestra salud. Un programa estricto puede proporcionar pérdida de peso inicial, pero también un efecto rebote, recuperando rápidamente todo lo perdido. Si el nivel de exigencia es muy elevado, será imposible mantenerlo y los cambios desaparecerán.
La solución pasa por reducir el nivel de exigencia y eliminar las medidas extraordinarias que no se pueden mantener en el tiempo.
Introduce pequeños cambios, ves poco a poco.
Un cambio sutil puede lograr mucho si se mantiene durante un largo periodo de tiempo. Incrementa ligeramente tu actividad física. Empieza a comer alimentos más sanos y a reducir la ingesta de otros más perjudiciales, no sólo para tu peso, sino también para tu salud en general.
Se trata de adquirir hábitos de vida saludables. Integra los cambios en tu día a día. Introduce cambios que no supongan un gran esfuerzo, pero que puedas mantener toda tu vida. Selecciona el tipo de ejercicio más adecuado a tu forma física, ya que todas las actividades no proporcionan la misma perdida.
Ya te explicaré en otros artículos qué características tienen las actividades orientadas a perder grasa. Si tu actividad se realiza tumbado en el suelo será bastante complicado que logres perder peso. Ten en cuenta que, la forma en que cada persona procesa la energía es algo individual. Influyen factores genéticos, sociales, ambientales...
Si no tienes un sobrepeso real, no te dejes arrastrar por las modas, acepta tu cuerpo tal y como es. Lleva una vida saludable y ya está.
¿Ya has pensado cuál va a ser tu pequeño cambio?
Ponte en marcha.
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