Qué es la condición física


La condición física se puede definir como la capacidad funcional de una persona, que viene determinada por el conjunto de capacidades físicas. 

El nivel de cada una de las capacidades físicas, y la interacción que se producen entre ellas establece el grado de desarrollo de la condición física.

Aunque la condición física es el resultado de las capacidades físicas no hay que entender ésta como la suma de elementos aislados, sino como la capacidad funcional resultante de la acción conjunta de los órganos, aparatos y sistemas del organismo.

De hecho, cualquier movimiento requiere la participación, en mayor o menor medida, de varias capacidades físicas. De esta forma, para aumentar la condición física es necesario mejorar las capacidades físicas, y esto se consigue incrementando las posibilidades de trabajo de los sistemas corporales.


 Capacidades físicas 

Las capacidades físicas básicas son: fuerza, resistencia, velocidad y flexibilidad. De estas 4, las más relacionadas con la salud son la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Mientras que la velocidad tiene más importancia en el ámbito del rendimiento deportivo.

De la combinación de estas capacidades físicas básicas se obtienen otras, cuya denominación varía en función de los autores. En cualquier caso, y más allá de la terminología empleada, de esta combinación surgen la fuerza-resistencia, la potencia y la resistencia a la velocidad. 

Además de todas estas capacidades físicas, hay otras que son fundamentales. Se trata de la coordinación y del equilibrio, sin las cuales no es posible aplicar las anteriores.



 Aplicaciones prácticas al entrenamiento 

Las capacidades físicas representan los primeros elementos a tener en cuenta para organizar el entrenamiento. Sin embargo, para lograr una mayor precisión y asegurar mejores resultados, es necesario concretar al máximo el objetivo de la preparación. Veamos un ejemplo de cómo concretar estos elementos.

Según la clasificación de las capacidades físicas se puede establecer un continuo entre la velocidad (con esfuerzos de 4 a 5 segundos de duración) hasta la resistencia (con esfuerzos de varias horas), pasando por la resistencia a la velocidad máxima y la resistencia a la velocidad máxima. De esta forma, tenemos 4 capacidades a entrenar.

Sin embargo, a la hora de planificar el entrenamiento es más eficaz establecer los objetivos en función de los procesos fisiológicos que permiten realizar los diferentes tipos de esfuerzo. Según esto, los objetivos a trabajar son la potencia aláctica, la capacidad aláctica, la potencia láctica, la capacidad láctica, la potencia aeróbica y la capacidad aeróbica.

La intensidad de cada uno de ellos se puede conocer mediante pruebas de valoración. Por ejemplo, una prueba de esfuerzo da información sobre el Umbral Anaeróbico y el Consumo de Oxígeno Máximo, lo que permite diseñar con precisión un entrenamiento para trabajar la potencia aeróbica.

En la misma línea se encuentra el trabajo de fuerza, con la fuerza máxima, la fuerza explosiva y la fuerza resistencia, y los diferentes test para medir cada uno de ellos.

DESTACADOS
Sobreentrenamiento Más allá del límite
Cómo perder peso sin efecto rebote
Cómo aumentar la masa muscular
8 ejercicios de relajación
NOVEDADES

Ejercicios relajación
El ejercicio físico puede mejorar el bienestar físico y mental. De hecho, incluso una sola sesión puede tener efectos positivos, al menos durante un cierto tiempo después de realizar el ejercicio. Y si una sola sesión tiene efectos beneficiosos sobre la salud física y mental, imagina lo que puedes lograr si practicas de forma habitual. Lee el artículo completo y descubre todos sus beneficios.

LO MÁS VISTO DE LA SEMANA

10 ejercicios con escalera de coordinación

El calentamiento: características, tipos, fases y ejercicios.

Running: ¿apoyo de talón o de punta?

Circuito de acondicionamiento general

Para qué sirven los saltos al cajón